Colombia afronta y enfrenta una sumatoria de crisis no resueltas, las cuales la han conducido a una gran encrucijada, que es en la que estamos, sin que se alcance a otear en el inmediato futuro una buena salida. Indudablemente la peor de todas ellas, porque agrava las demás, la económica, la social y la ambiental, entre otras, es la crisis de confianza, porque cuando esta se pierde se pone en riesgo la gobernabilidad y cuando esta se complica tambalea la legitimidad de las instituciones.