“Saber qué es lo correcto y no hacerlo es ausencia
de coraje o de principios”. Confucio
La península de La guajira es la esquina oceánica de Suramérica, enclavada en la cuenca del Caribe, con una ubicación excepcional y estratégica, con 650 kilómetros lineales de litoral, aunque de espaldas al mar como Colombia misma, no obstante que cuatro de sus municipios (Uribia, Manaure, Riohacha y Dibulla) son costeros. Comparte 249 kilómetros de frontera con Venezuela, que no pasa de ser lo que es, una línea imaginaria, para la comunidad Wayüu asentada a lado y lado de la misma.
La guajira es la muestra perfecta de la biodiversidad y diversidad étnica que caracteriza a la sociedad colombiana. Como si fuera un prodigio, cuenta con todos los pisos térmicos en los 20.848 kilómetros cuadrados que abarca su territorio (1.8% del territorio nacional), que se extiende desde las dunas y las tunas de la zona desértica de la Alta guajira hasta los glaciares, en vía de extinción , en una de las tres aristas de la Sierra Nevada de Santa Marta y el Páramo del cerro Pinta´o en la serranía de Perijá que la flanquea por el oriente. Según el más reciente Censo de población, de 2018, La guajira registró 1´067.063 habitantes, de los cuales 278.212, el 42.4% corresponde a las comunidades indígenas.
El Departamento de La guajira es privilegiado, un verdadero portento, por la dotación de recursos naturales, renovables y no renovables. En cuanto a los recursos naturales renovables se destaca su potencial de generación de energía a partir de fuentes no convencionales. Dispone de un potencial de generación de energía eólica y solar-fotovoltaico de 15.000 MW de potencia, equivalente al 90% de toda la capacidad instalada de generación convencional de energía en Colombia. Ello convierte a La guajira en el epicentro y principal centro generador de electricidad con base en fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER).
Y ello, gracias a que cuenta con unas condiciones excepcionales, toda vez que la velocidad e intensidad del viento, 11 - 13 metros por segundo, es el doble del promedio a nivel mundial, de contera, sus niveles de radiación solar permite generar en promedio entre 6 y 7 KW/hora por metro cuadrado, superando en un 66% los del promedio mundial. Ello explica que de los primeros 14 proyectos de FNCER, con capacidad de generación de 2.450 MW, adjudicados en las dos subastas que se llevaron a cabo en febrero y octubre de 2019, se desarrollarán en La guajira .
En cuanto a los recursos no renovables, es bien sabido desde los años 70´s, merced a sus enormes reservas de gas y de carbón La guajira se convirtió en la principal despensa minero – energética del país. Desde los campos de Ballenas, Chuchupa y Riohacha se llegó a suministrar hasta el 64% de la oferta nacional de gas natural de todo el país. Ahora cuando las reservas del país se agotan y las de La guajira están en declinación, participa con el 15.44% de las reservas remanentes (3.7 GPC) y con el 24% de los 952.7 GBTW/día de la oferta nacional. No obstante, además de contar con los mayores y mejores prospectos de gas natural offshore descubierto recientemente, cuenta también con reservas muy importantes de gas metano asociado a los mantos de carbón (CBM, por sus siglas en inglés) en el área de El Cerrejón.
Lo propio podemos decir de el carbón. En La guajira se desarrolló el primer proyecto de explotación de carbón a gran escala y a cielo abierto en Latinoamérica. De las 6.067 millones de reservas probadas de carbón térmico del país, 3.494 corresponden a la guajira y se calcula que para este año, después de haberse extraído en El cerrejón en el 2018 30.5 millones de toneladas, se extrajeron y exportaron 26 millones, aproximadamente, la más baja producción en una década. Ello, en gran medida, obedece a la caída de los precios internacionales del carbón, los cuales pasaron de más de US $80 la tonelada un año atrás a los US $45 a los que se transó en octubre del año pasado.
El saliente Presidente de El Cerrejón Guillermo Fonseca fue muy claro al respecto, al reconocer que “esta es una contracción estructural, que no se va a reversar, pues forma parte de la Agenda global contra el cambio climático. Estimamos que en los próximos cinco años la demanda de carbón del mercado del Atlántico (compuesto por Europa, el Mediterráneo y las Américas) y que es nuestro mercado natural se va a contraer a la mitad” . Y, de contera, no somos competitivos en Asia por los fletes.
POTENCIAL ALTERNATIVO
Pero, La guajira no es sólo gas, carbón y sal, venida a menos en los últimos años por las dificultades por las que atraviesa SAMA y su operadora la empresa Big grupo . Cuenta además con otros renglones importantes de su economía agrícola, destacándose entre ellos el cultivo del maíz tradicional con 11.133 hectáreas, el café orgánico con 6.790 hectáreas, la yuca con 4.193 hectáreas, el banano con 2.587 hectáreas , la palma africana con 2.427 hectáreas y el arroz con 1.850 hectáreas. Huelga decir que, de desarrollarse la segunda fase de la Represa del Ranchería se podría ampliar la frontera agrícola en el sur del departamento en 18.536 hectáreas, aproximadamente, con gran vocación para el cultivo de arroz y algodón .
Por lo demás, La guajira es un diamante en bruto en materia de turismo, de una manera espontánea, sin mayor apoyo y con una muy precaria infraestructura, se ha venido convirtiendo en uno de los destinos más preferidos de turistas tanto nacionales como extranjeros. El deporte extremo en mar y tierra, como el kite surf o los rallies, sus paisajes, la salina de Manaure, el avistamiento de aves endémicas y exóticas, los asentamientos de las comunidades indígenas, amén del atractivo de su cultura, sus tradiciones y costumbres ancestrales, la gastronomía típica de la región y los eventos folklóricos que exaltan nuestra música vernácula y a los juglares del Vallenato, entre otros, se han convertido en un verdadero imán, que atrae cada vez a más y más turistas. Cabe destacar por su encanto paradisíaco a Palomino, una especie de paraíso perdido, que se convertido, con más de 1.000 camas disponibles, en el mayor y mejor receptor de turistas, sobre todo extranjeros. Ha sido catalogado entre los top ten en el ranking de Bloomington.com, la más importante y potente plataforma digital hotelera del mundo. De hecho, entre los años 2016 y 2018 se incrementó el número de turistas extranjeros en un 265% (¡!), al pasar de 25.036 visitantes a 66.485, una cifra asombrosa. De contar con políticas de apoyo e infraestructura, el turismo está llamado a convertirse en uno de los principales renglones de la economía de La guajira, así como en una gran fuente de empleos e ingresos para los guajiros. La paz y la tranquilidad que se respira y transpira en La guajira, que es su mayor activo, deben preservarse y conservarse, pues son lo más preciado, apreciado y cautivante para quienes la visitan.
El ex ministro Mauricio Cárdenas, en una columna de opinión reciente en el diario El Tiempo, daba cuenta de la experiencia maravillosa que fue para él visitar los parajes y atractivos de La guajira en diciembre pasado. Extasiado, fascinado por sus encantos, nos recordó un hecho digno de resaltar y ponderar: la visita el 11 de abril de 2017 de Bill Gates, el tercer personaje más rico del planeta, según el último reporte de la revista Forbes (noviembre de 2019), fundador de Microsoft, al Cabo de la vela, precioso lugar, considerado por la tradición Wayüu como sitio sagrado, ya que, como lo acota el antropólogo Weildler Guerra Curvelo, “en los cerros del Cabo se encuentra la entrada a Jepira: la tierra de los muertos” , la de su eterno retorno. Según los registros de prensa, allí arribó Bill Gates en dos lujosos yates, acompañado de diez personas, entre ellas su esposa Melinda, su hija menor Phobe Adele y otros familiares. Su visita, aunque fugaz a la ranchería Ipotshiru, le cambió la vida a la comunidad que allí habita, abriéndoles camino. En efecto, como es consabido turista satisfecho trae y atrae más turistas y así lo ha podido corroborar la líder guía turística nativa Elida Sánchez; dice ella que “antes nos visitaban de manera esporádica, ahora llegan dos o tres grupos al mes conformados por 10 o 12 personas de todas partes del mundo” .
RETOS Y DESAFÍOS
Resulta desconcertante e indignante constatar que con todas estas potencialidades, que hacen de nuestro Departamento un territorio rico el mismo está habitado por gente pobre. Así lo revelan las estadísticas y los más diferentes indicadores sociales, que delatan la discriminación, la desigualdad y la exclusión social. Veamos: contrasta la incidencia de la pobreza monetaria en La guajira, del 52.6%, con el promedio nacional del 26.9%; en cuanto a pobreza extrema, mientras en La guajira se registra el 26.5% el promedio a nivel nacional es del 7.4%. Recordemos que el 1º de los 8 objetivos del Milenio fue la erradicación de la pobreza extrema y el hambre hacia el 2015, meta esta que no se cumplió en Colombia y mucho menos en La guajira. Ahora el país está seriamente comprometido con los Objetivos del Desarrollo Sostenible hacia el 2030, al fin y al cabo fue su inspirador, promotor y principal impulsor. La Agenda 2030 plantea 17 objetivos con 169 metas a alcanzar y el primero de ellos, nuevamente, es poner fin a la pobreza en todas sus formas y el segundo tiene como consigna “hambre cero”. El Gobierno, a todos los niveles, debe tomar atenta nota de ello.
En cuanto al índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI), en La guajira es del 44.6% frente a un promedio nacional de 27.7%. Resulta penoso e irritante establecer que, según cifras del Ministerio Nacional de Salud, la tasa de mortalidad infantil en La guajira (45 por cada 100 mil menores de 5 años) se multiplica por 9 al compararla con la de la Nación (5.46) . Y, para rematar, según el último censo de población adelantado por el DANE en 2018, La guajira exhibe la más alta tasa de analfabetismo con el 17.03, más del triple del promedio nacional (5%), según el Censo poblacional de 2018. Esta es una muestra más de los desequilibrios y desigualdades que afligen a Colombia, con enormes brechas interregionales e intraregionales, La guajira es una muestra palmaria de ello .
Por ello, no es de extrañar que al tiempo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al tiempo que la CIDH se vió precisada a decretar unas medidas cautelares, mediante la Resolución 60 del 11 de diciembre de 2015, la Corte Constitucional del Estado de cosas inconstitucional en la guajira, para requerir de parte del Estado colombiano se tomaran las medidas para enfrentar esta tragedia humanitaria, que se ha traducido, según la CIDH “en una situación de gravedad y urgencia”, en la medida que la pblación indígena, la más vulnerable entre los vulnerables, están amenazadas en “sus vidas e integridad personal”. Según la Corte Constitucional “existe un incumplimiento de los parámetros mínimos constitucionales aplicables a las políticas públicas del Gobierno Nacional, de La Guajira, de los municipios de Riohacha, Manaure, Maicao y Uribia y de las autoridades indígenas con jurisdicción en esos municipios” .
Es deplorable que tanto el Gobierno Nacional como el Departamental hayan sido renuentes e indolentes y poco o nada se ha hecho para cumplir con dichas medidas cautelares, como lo ha podido establecer la Procuraduría general de la Nación. Desde esta, como lo dijo sabiamente nuestro laureado con el premio Nobel de la Literatura Gabriel García Márquez, a La guajira le llega “apenas el óxido del poder”. Cabe destacar que, ya con un pie en el estribo para irse, al hacer dejación de la Presidencia, Juan Manuel Santos dejó plasmada en el Documento CONPES 3944 del 4 de agosto de 2018, la que podría servir de hoja de ruta de una “Estrategia para el desarrollo integral del departamento de La guajira y sus pueblos indígenas”. Lo que no debe pasar, lo que no se puede permitir, es que la misma se quede escrita en el papel como letra muerta, mientras que, como diría el poeta León de Greiff, todo pase sin que pase nada!
Al abandono inveterado del poder central se ha venido a sumar la crisis de gobernabilidad y la crisis de confianza que han tenido al Departamento al borde de declararse como un Departamento fallido . Ello condujo a que el 21 de febrero de 2017, mediante Documento CONPES 3833, la Nación asumiera las competencias propias del Departamento del manejo y control de servicios tan esenciales como la salud, la educación, el agua potable, el saneamiento básico y el cuestionado Programa de Alimentación Escolar (PAE) por un período de tres años que se vencen próximamente. Dicha intervención se hizo amparándose en el Decreto 028 de 2008, el cual prevé que puede apelarse a esta medida extrema ante “eventos de riesgo que lleguen a afectar el uso eficiente de los recursos del SGP”.
Es un hecho cierto que La guajira recibió un duro golpe con el Acto legislativo 05 de 2011, que reformó el régimen de regalías, pasando de recibir en el 2011, último año del régimen anterior, $892.000 millones a recibir en el 2012, primer año de la vigencia de la reforma de marras, $367.544 millones entre asignaciones directas y su participación en los cuatro fondos que integran el SGR (FAE, FONPET, FCT, FCR y FDR). La Guajira pasó de recibir en promedio $2´496.295 per cápita en el período 2008 – 2011 a $513.011 en 2012 y $227.231 en 2016 (¡!). Pero, resulta inaudito que no obstante la drástica disminución de su participación en las regalías, el departamento de La guajira en el bienio presupuestal del Sistema General de Regalías (SGR) sólo fue capaz de ejecutar el 57% de las regalías asignadas en los distintos fondos y cerró la ejecución con un saldo de $16.000 millones sin ejecutar . Y al corte de noviembre de este año, entre el Departamento y los municipios disponen de 283.700 millones congelados en el Presupuesto bienal 2017 – 2018 del Sistema General de Regalías (SGR) a falta de proyectos. Por muchos años el problema mayor para el Departamento fue su inviabilidad fiscal por el déficit que acusaba, ahora el problema es otro, teniendo los recursos estos no se ejecutan. De hecho, según el Ministerio de Hacienda, al corte de 2017 quedaron pendientes de ser comprometidos el 56% de la totalidad de los ingresos incorporados por la Gobernación en dicha vigencia ($171.871 millones) y todavía al cierre del bienio 2017 – 2018 registró un remanente de $131.892´003729. ¡Así no se puede!
Es más, según la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda, La Guajira “dispone de importantes recursos de regalías que de ser asignados eficiente y efectivamente pueden contribuir a reducir los niveles de pobreza y aumentar la cobertura y calidad de la salud, la educación y agua potable” . En estas circunstancias, resulta incomprensible e imperdonable que el Departamento tenga los recursos y no los invierta en el cierre de la enorme brecha social que la separa del resto del país. ¡Esto es inaudito y clama al Cielo!
Este hecho es insólito, inaudito y tiene explicación más no justificación. En concepto del Ministerio de Hacienda, “la inestabilidad política viene incidiendo de forma negativa en la ejecución de los programas e inversiones programadas, tal como se refleja en los resultados del cierre de tesorería y presupuestal, al disponerse de recursos importantes en caja y baja ejecución de los recursos apropiados (el superávit presupuestal representó el 38% de los ingresos corrientes recaudados). No es comprensible que en el segundo Departamento con mayores necesidades básicas insatisfechas y altos niveles de pobreza del país se den estos resultados” .
Llegó la ahora de hacer un alto en el camino, recapacitar y repensar nuestro Departamento, que tiene un potencial enorme de desarrollo, el cual no se reduce a la explotación de nuestros recursos naturales, que se agotan y tienden a declinar hacia el futuro. Por qué no movilizar y aprovechar todo ese potencial con el que cuenta La guajira, propiciando la diversificación de su economía para que esta dependa cada vez menos de la actividad extractiva, lo cual es un imperativo a nivel país, pero muy especialmente en regiones como La guajira y el Cesar que tanto dependen de la explotación del carbón, ahora en su último cuarto de hora. Por qué no destrabar dos proyectos proyectos estratégicos para la competitividad de La Guajira, tan rezagada cómo está, como lo son la carretera perimetral hacia la Alta Guajira y la vía Francisco El Hombre (Tomarrazón – Distracción) , proyectos estos que ya cuentan con estudios y diseños. Estos se pueden adelantar ya sea como obra pública, apelando a la figura de obras por impuestos o bajo la modalidad de Alianza público – privada. Por lo demás, se cuenta ya como complemento necesario, que debe servir de viga de amarre a la cual deben articularse, las facilidades portuarias que ofrece Puerto Brisa, que le ofrece a La guajira la posibilidad de incursionar con éxito en los mercados internacionales con su variada oferta, contribuyendo de pasa a la tan anhelada Transformación productiva.
Es de anotar que el año anterior La guajira recibió por concepto del Sistema General de Participación (SGP) $1.067.467 millones y en el Presupuesto del SGR para la vigencia 2019 – 2020 dispone de $338.616 millones, que puede ser mayor luego de la entrada en vigencia del Acto legislativo 05 de 2019 que reformó el SGR. La guajira, sus municipios y los demás departamentos del país deberán estar ojo avizor ahora que el Gobierno Nacional, por mandato de la Ley de financiamiento (1943 de 2018) y de la Ley de fortalecimiento de las RAP (1962 de 2019), ha integrado sendas comisiones que van a revisar el SGP y los tributos territoriales, respectivamente, dada la gran dependencia de ellos con respecto a las transferencias y los magros ingresos propios con los cuales cuentan. Además, es muy importante que el Departamento aproveche de la mejor manera, para atraer a la inversión y a los inversionistas, el régimen especial en materia tributaria establecido en el artículo 268 de la Ley 1955 de 2019, el cual fue reglamentado mediante el Decreto 2112 del 24 de noviembre de 2019.
Será mucho pedirle a la próxima administración del Departamento encabezada por Nemesio Roys Garzón que, en aras de recobrar la confianza y la credibilidad perdida por parte de los ciudadanos y también de parte de las autoridades nacionales y como una forma de legitimar su mandato, establezca el Gobierno abierto, en línea, para que todos los ciudadanos estén enterados en tiempo real de los procesos administrativos y contractuales en curso, cumplir fiel y oportunamente con el suministro de la información requerida por la plataforma del Mapa-regalías y así hacer público el manejo de las mismas, implementar el pliego - tipo y así acabar con los nefastos pliegos – sastre. Y, lo más importante cumplir con la obligación legal y ética de la periódica rendición de cuentas (accountability) ante los ciudadanos. En este orden de ideas, ya va siendo hora de que el Departamento reasuma sus competencias y lo haga con gran responsabilidad e integridad, asumiendo el reto de ejercerlas con idoneidad, capacidad, competencia y sobre todo con transparencia.
Para concluir, digamos con el Quijote que “ni el bien ni el mal son duraderos y siendo que el mal ha durado tanto, el bien debe de estar cerca”!
Riohacha, enero 24 de 2020
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